miércoles, 10 de octubre de 2012

Aprovecha las oportunidades de emprender en Suiza

La estabilidad económica y política y su situación estratégica en Centroeuropa convierten al país helvético en uno de los destinos más atractivos para abrir las puertas de tu nuevo negocio.

Dos semanas y 20.000 francos suizos (16.500 euros). Eso fue todo lo que necesitó Roel Van Gasselt para ser empresario. Este emprendedor afincado en Suiza trabajaba en el ámbito financiero cuando creó Zizzz, una firma que fabrica y comercializa sacos de dormir para niños. “Antes de decidir en qué país domiciliar la empresa investigué varios mercados, entre ellos Países Bajos y España. Pero un entorno fiscal favorable, la estabilidad política, un mercado de trabajo liberal y la paz social fueron las razones de peso para optar por Suiza”, explica Van Gasselt.
Ha comenzado a comercializar sus productos a través de su página web el pasado mes de septiembre, y prevé cerrar este cuatrimestre con una facturación de 40.000 euros. Varios establecimientos en Holanda y Suiza ya distribuyen sus sacos, que también se pueden adquirir en las tiendas Baby Deli en Madrid. Si como Van Gasselt quieres montar tu empresa en Suiza y favorecerte de su situación en Centroeuropa debes tener en cuenta estos factores:
Impuestos. Se recaudan a través de tres mecanismos: el federal, el cantonal y el de la comunidad. La mayoría de ellos, en los dos últimos. De hecho, hay competiciones entre los 26 cantones sobre la carga impositiva. Además, existen otras tasas específicas. Si estás involucrado en un negocio unipersonal o un acuerdo de colaboración general –una de las formas de constituir empresas–, tienes un impuesto sobre renta personal y otro sobre el patrimonio neto.
Afiliación. Suiza no exige afiliación obligatoria a Cámaras de Comercio o Industria. Van Gasselt anima a que se tome la iniciativa para participar en asociaciones y sacar partido de las múltiples redes.
Colaboración. Si quieres montar la empresa con la ayuda de uno o más socios puedes hacerlo mediante un acuerdo de colaboración general. Con un acuerdo de asociación cada persona estará sujeta a sus propios impuestos.
Registro. En el caso de que seas propietario único no estás obligado a inscribirte en el registro mercantil si el volumen de negocio es inferior a 100.000 francos suizos (83.000 euros). Cualquier otra forma de entidad sí que debe ser inscrita y, lo más importante, el capital para la puesta en marcha ha de presentarse en una cuenta bancaria de garantía bloqueada.
Licencia comercial. La inscripción en el registro comercial gestiona automáticamente una licencia general. En banca, seguridad, transporte y servicio de empleo hace falta una licencia especial.
Personal. Una población cualificada –el 80% posee un diploma de Secundaria o Formación Profesional– y los tres idiomas oficiales del país convierten a Suiza en uno de los mejores lugares para reclutar profesionales.
Mucho más que quesos y relojes No es ningún secreto que Suiza es uno de los países más caros de Europa. Swissinfo.ch, una publicación online, explica el caso de los carpinteros Dietsche y Schwemmer, que trabajan allí en periodos breves por encargo de sus empleadores alemanes.
Se quejan de que la manutención no está al alcance de cualquiera: pagaron por dos platos de ‘kebab’, dos cervezas pequeñas y una lata de ‘Energy Drink’ 65 francos (54 euros). Si te quieres establecer en el país helvético, también conviene que no traduzcas el sueldo a euros: el coste de la vida y las cotizaciones se deducen de la retribución de los asalariados –representa entre el 13% y el 15% del salario bruto–. Además, el empleado carga con el total de sus cotizaciones sociales relacionadas con el seguro de enfermedad.
Fuente: Expansión

No hay comentarios:

Publicar un comentario