lunes, 24 de septiembre de 2012

Según una encuesta del CEDEFOP, algunas competencias profesionales se están quedando obsoletas debido a la evolución del mercado de trabajo

El Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) puso en marcha una encuesta piloto en cuatro Estados miembros de la Unión Europea (Alemania, Hungría, Países Bajos y Finlandia) con el fin de conocer el número de trabajadores en activo entre 30 y 55 años de edad que consideraban que sus competencias se habían quedado o se estaban quedando obsoletas. También se analizaron los tipos de competencias y los grupos de trabajadores más afectados por la obsolescencia, así como las medidas que las empresas y los responsables políticos podrían adoptar para mitigarla.

La encuesta reveló que  el 25 % de los trabajadores consideran que sus actuales niveles de competencia, necesarios para desempeñar sus funciones de la manera más efectiva, son iguales o inferiores a los que necesitaban cuando comenzaron a trabajar en sus puestos actuales y el 16 % de los trabajadores de los cuatro países creen que sus competencias se han quedado obsoletas en los dos últimos años debido a los avances tecnológicos o la reorganización estructural, siendo las dos competencias que se consideran más afectadas el conocimiento de idiomas extranjeros y el uso de ordenadores/TIC.
La encuesta también señala que el 34 % de los trabajadores que no recibieron ningún tipo de formación en el último año se ven afectados por la obsolescencia de competencias, pero incluso el 22 % de los trabajadores que participaron en algún tipo de formación se consideran afectados por ella.
Se identifican como  grupos más vulnerables a los trabajadores poco cualificados y de más edad y, por supuesto, los trabajadores que no tienen la posibilidad de desarrollar sus competencias a lo largo de sus carreras profesionales.
Aunque solo abarca cuatro países, la encuesta piloto revela que la obsolescencia de competencias no solo afecta a los desempleados, sino también a los trabajadores ocupados. Según los resultados de la encuesta, la obsolescencia de competencias es un problema importante. Es más, constituye un problema que afecta tanto a trabajadores de más edad como a los más jóvenes, que tienen todavía de 20 a 30 años de vida laboral por delante. La obsolescencia de competencias repercute directamente en la productividad de las empresas, así como en la satisfacción profesional de los trabajadores y sus perspectivas laborales.
Por último, entre las medidas a adoptar por parte de las empresas para prevenir o moderar la pérdida de competencias se señalan la creación un entorno laboral que promueva el aprendizaje y unos puestos de trabajo que fomenten la autonomía de los trabajadores y que les brinden oportunidades para desarrollar y ampliar sus competencias.
Fuente: SEPE

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