“Los seleccionadores toleran los "adornos" mientras no distorsionen de forma sustancial la valía profesional del aspirante”
LAS MENTIRAS MAS COMUNES
Se dice que la necesidad agudiza el ingenio, y en épocas de crisis mucho más. Lo cierto es que, se trate de ingenio o de picaresca, el deseo de acceder a un puesto de trabajo hace que cada vez sean más los candidatos que cometen un error que a la larga les puede salir muy caro: mentir más de la cuenta en su currículum. ¿Hasta qué punto esto es aceptado o tolerado por los responsables de selección? Para ellos, algunas "mentirijillas" pueden incluso llegar a ser aceptables y están dispuestos a hacer la vista gorda ante ellas. Pero sólo en el caso de que los "adornos" no distorsionen de forma sustancial la cualidad real de los aspirantes y su auténtica valía profesional. Otra cosa, muy diferente, es cuando estas mentiras son exageradas y buscan ofrecer un retrato del candidato que no concuerda con la realidad. En estos casos, lo más habitual es que el seleccionador detecte la mentira y acabe por rechazar al candidato.
“Sólo un 16% de los empleados reconoce haber mentido en su currículum vítae”
Según los datos del último estudio realizado por la consultora CareerBuilder, en España sólo un 16% de los empleados reconoce haber mentido en su currículum, mientras que el 72% de las empresas encuestadas asegura haber descubierto mentiras en las cartas de presentación de los candidatos. No en vano, los responsables de la selección de personal son profesionales que a diario analizan decenas de currículum y realizan semanalmente una gran cantidad de entrevistas con candidatos, y conocen a la perfección los adornos o mentiras más habituales. ¿Cuáles son?
Expertos en detectar mentiras
Para los entrevistadores es muy fácil detectar si un candidato miente. Basta con hacer cuatro o cinco preguntas para averiguar las incoherencias que existen en los datos que aportan. Cuando se descubre un engaño, la mayoría de seleccionadores elimina automáticamente al aspirante. El experto Hans Friedrich, autor del libro "Afrontar con éxito las entrevistas de trabajo", afirma que no hay que caer en el error de pensar que nadie comprueba los currículos y que eso dé pie para mentir. Hay cientos de casos de candidatos que han tenido que rechazar un trabajo al verse atrapados en su propia mentira, o todavía peor, se han visto despedidos cuando se ha descubierto la verdad de los datos falseados.
En determinados casos, según Friedrich, lo seleccionadores disculpan las exageraciones relativas a los propios conocimientos, experiencias y capacidades. A fin de cuentas, los excesivos requisitos pedidos en algunos anuncios de trabajo llevan al candidato a exagerar él también en su propia propaganda. Si posteriormente demuestra suficiente capacidad para el trabajo, seguramente nadie le pedirá cuentas por sus "mentirijillas". No obstante, el resultado será distinto si más tarde no se está en condiciones de mantener lo que previamente se había prometido. Y si decepciona, ni siquiera pasará del periodo de prueba.
ERRORES Y TORPEZAS
Además de mentiras, un currículum puede contener muchas torpezas; los errores también se pueden cometer en las entrevistas mantenidas con los seleccionadores de personal.
Los datos contenidos en una solicitud de empleo tienen que estar bien pensados, ser correctos y ceñirse a la verdad
CONSEJOS PARA NO METER LA PATA
Los datos contenidos en la documentación de solicitud de empleo, en el currículum vítae y el resto de la documentación que se entrega tienen que estar bien pensados, ser correctos y responder a la verdad. Nunca se deben dar datos falsos, sobre todo si son hechos que pueden ser comprobados, como por ejemplo en el caso de datos personales, títulos, o las distintas etapas de la formación profesional avaladas por diplomas acreditativos. Ante la posibilidad de haber incluido alguna "exageración" en el currículum, los expertos dan los siguientes consejos:
MENTIRAS POR OMISIÓN DE DATOS
No todo es añadir y engordar más de lo razonable el currículum vítae para acceder al puesto de trabajo deseado. Además de los candidatos que añaden atributos para ser elegidos en un proceso de selección, los expertos han detectado que empieza a darse el fenómeno contrario: los aspirantes que omiten datos.
Se trata de un fenómeno por el que personas de una cualificación determinada que no consiguen empleo se conforman con conseguir puestos de trabajo de un nivel inferior. Para ello, intentan diseñar el currículum a la medida del puesto que se ha ofertado, ocultando determinados datos de su historial profesional. Esta es una tendencia que, según los expertos, va en aumento en estos momentos. En realidad, no se trata de algo nuevo, sino que ha ocurrido en otros momentos históricos de recesión económica. Las empresas de selección estiman que del 40% de los currículos que contienen mentiras aproximadamente un 10% están "desinflados". Por lo general, los datos que más se omiten son relativos a la formación y a la experiencia, y ésta se maquilla indicando puestos inferiores a los realmente ocupados. De este modo es habitual no mencionar cursos, títulos o másteres. Esta práctica no deja de ser un error y perjudicial para el futuro candidato, ya que al omitir experiencia en otros puestos el seleccionador buscará un orden cronológico y al no encontrarlo pedirá explicaciones de los saltos que hay en las fechas y le pillará fácilmente.
Otra tendencia que va ganando peso es el doble currículum. Muchos candidatos presentan dos, cada uno de ellos adaptado a un puesto. Por ejemplo, si a un licenciado en Derecho le interesa un puesto de administrativo, resaltará únicamente la experiencia que ya ha tenido en ese campo.
Fuente: Consumer
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viernes, 17 de junio de 2011
Las mentiras más comunes en los currículum vítae
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