miércoles, 22 de junio de 2011

Cómo hacer un currículum efectivo para conseguir una entrevista


La primera idea que debería tener clara todo aspirante a un puesto de trabajo es para qué sirve un currículo. Sirve única y exclusivamente para conseguir una entrevista, en el curso de la cual el entrevistado intentará conseguir el puesto en cuestión.
Un currículo sirve única y exclusivamente para conseguir una entrevista, en el curso de la cual el entrevistado ya intentará currarse al entrevistador para conseguir el puesto en cuestión. Esta idea es tan fundamental que voy a repetirla: para lo único que sirve un currículo es para conseguir una entrevista.
De esta afirmación se derivan dos consecuencias: la primera es que, más importante que tener grandes aciertos, en el currículo es importante no cometer ningún error que pueda desvender nuestra candidatura, y la segunda es que en lugar de aburrir al destinatario con una memoria autobiográfica larga y prolija hay que redactar un currículo que simplemente despierte en la otra persona el deseo de conocernos mejor.
Todo currículo debería cumplir el esquema AIDA, es decir, debería ser capaz de atraer la Atención, suscitar el Interés, despertar el Deseo e incitar a la Acción.
Atraer la atención
Si envías tu currículo como contestación a un anuncio de prensa lo más probable es que, junto con el tuyo, se reciban trescientos, cuatrocientos o incluso más. Imagínate el tedio de la persona que, lápiz rojo en mano, tiene que realizar la preselección: todos los currículos son desesperantemente iguales: mecanografía ordinaria sobre papel ordinario, texto en cuya disposición tipográfica y topográfica nada destaca...
De repente, entre toda aquella masa indiferenciada, aparece un currículo impreso con una reproductora de chorro de tinta o láser sobre papel verjurado de elegante tono marfil o crema claro, de buena calidad, con una presentación y maquetado profesional, con una distribución donde la vista se pasea, que destaca con recuadros, subrayados o negrita lo más importante... Es seguro que esta carta atraerá la atención, destacándose sobre las demás.
Suscitar el interés
¿Sabes cuanto tiempo se calcula que dedica el destinatario a decidir si se lee el currículo de cabo a rabo o si lo introduce directamente en el archivo circular (papelera), pues algo así como veinte segundos. En tan breve lapso de tiempo se decide si el currículo merece la pena de ser leído o no. En esta decisión cuenta más lo negativo que lo positivo, es decir, si aparecen dos o tres rasgos negativos en el currículo, es seguro que será desechado sin apelación.
La consecuencia inmediata es que en tu currículo no puede haber nada que desvenda: faltas de ortografía, de sintaxis...pero tampoco insuficiente formación o experiencia, falta de adecuación de tu objetivo profesional al perfil del puesto, dispersión en la formación, años en blanco...
Despertar el deseo
La preselección por el currículo se hace de la misma manera a como la mayoría de nosotros leemos el periódico. Nos limitamos a leer los titulares, y nos detenemos en aquellas información que por su encabezamiento nos parecen interesantes. Después seguimos leyendo y si el primero y segundo párrafos nos enganchan, es casi seguro que nos lo tragamos todo hasta el final.
Pues bien, si tu currículo ha superado las dos barreras anteriores (atraer la atención y suscitar el interés) es casi seguro que será objeto de una lectura con lupa.
El preseleccionador ha de sentir que eres una persona potencialmente válida. En esta etapa la persona que te lee tiene dos ideas en mente: ¿Será capaz el solicitante de asumir las responsabilidades del puesto al que opta? y, posteriormente. ¿será capaz de desarrollarse en su puesto de trabajo y, con el tiempo, alcanzar puestos de mayor responsabilidad?. Si la respuesta a una y otra pregunta es positiva, enhorabuena, porque habrás despertado el deseo de conocerte mejor en una entrevista.
Incitar a la acción
En esta etapa el preseleccionador decide convocarte a ti y a las otras personas que, como tú, han pasado la fase inicial...Aún aquí se puede naufragar cuando ya se había llegado a puerto. A veces los solicitantes , aunque te parezca mentira, se han olvidado de poner su dirección en el currículo, porque como ya la habían puesto en el sobre... (Sin pensar que el sobre es lo primero que se tira a la papelera).
Es raro que te convoquen a una entrevista por carta. Lo normal es que lo hagan por teléfono. Y lo harán en horas de oficina, es decir cuando tú estás fuera de casa. De ahí que resulte fundamental el asegurarse de que, sí te llaman, el mensaje te llegue inmediata y fielmente. Para ello se puede aleccionar al resto de la familia acerca de cómo tomar el recado si les llaman de alguna empresa. Alternativamente se puede dar el número del móvil, instalar en casa contestador automático, o la dirección de e-mail.
Hacer un buen currículo no es difícil. Como tantas cosas en la vida es fundamental ponerse en el pellejo de la otra parte. Como dice el gran gurú de la gestión de empresas Peter Drucker, los buenos abogados empiezan por escribir la defensa de la parte contraria".
Fuente: Expansión

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